Aunque elaborar una lista siempre es difícil porque no están todos los que son, ni son todos los que están, estos son algunos restaurantes clásicos para comer los mejores arroces y paellas en la Comunidad Valenciana.
Alquiler de coche ValenciaEl restaurante El Parpalló sigue cumpliendo con los mismos principios que en 1975, cuando abrió de manera permanente: una carta corta y de temporada, cocina tradicional y exquisito trato al cliente. Este es el lugar donde comer paella valenciana en la montaña. Junto con las empanadillas, las paellas son los platos más populares de este restaurante familiar situado en el Barx, un pueblecito de interior cerca de Gandía.
La segunda generación Donet está hora al mando de la cocina y la regencia del restaurante, con casi los mismos platos con los que empezaron hace más de 40 años. Platos como la paella de pollo o conejo con verduras y las empanadillas caseras de tomate, verdura y guisantes es por los que el restaurante El Parpalló es más conocido. Para la paella utilizan productos totalmente locales y de temporada como las alcachofas, judías de careta o de garrofó.
Sin embargo, la paella no es el único plato arrocero de la carta. También incluye arroces tradicionales como arroz con costra, al señoret, a banda, o negro y postres caseros como la tarta de naranja con almendra.
El matrimonio formado por Paco Gandía y Fina Navarro está detrás de uno de los templos del arroz de la Comunidad Valenciana gracias a su plato estrella: arroz con conejo y caracoles serranos.
El restaurante está localizado en el pueblo de Pinoso, a unos 60 km de Alicante hacia el interior, muy cerca de Murcia. Desde aquí, cocineros de la talla de Adrià, Arzak o Mugaritz han alabado el buen hacer de Fina, que cocina sus arroces a fuego vivo, sobre ramas de vid. Asimismo, la paellera tiene el socarrat en la base como mandan los cánones. El comedor, sobrio y sin demasiados aspavientos, no es excesivamente grande, por lo que es mejor reservar.
Además de sus platos estrella, se pueden pedir unos estupendos entrantes de temporada: alcachofas a la plancha, almendras marconas fritas, mojama, pan de pueblo tostado con alioli y tomate rallado con aceite de oliva o caracoles a la brasa.
En 1988, el matrimonio formado por Carmina y Eduardo abrió una pequeña casa de comidas en El Saler, una pedanía de Valencia dentro del Parque Natural de la Albufera. Carmina cocinaba y Eduardo regentaba el bar y hacía la compra. Las hijas ayudaban cuando podían, mientras que el arròs amb fessols i naps (arroz con habichuelas y nabos) o el all i pebre (ajo y pimiento) de la cocina de Carmina iba ganando adeptos. En 2002 dieron el gran salto y prescindieron del bar para convertirse solo en un restaurante.
El comedor está decorado con cuadros de artistas de la zona, que van cambiando por temporadas. Fuera también tiene una pequeña terraza para aprovechar el buen tiempo valenciano. El restaurante está ahora en manos de la segunda generación familiar. El arroz, como no podía ser menos, domina la carta: paella de sepia y alcachofas, arroz a banda o arroz de rape con setas, quizá el más popular. Y como entrantes, anguila frita con guindilla, piñones y pasas o calamar de playa rebozado.
Con una terraza comedor mirando a L’Estany de Cullera, un lago de agua dulce que desemboca en el mar, el restaurante Casa Salvador no podría ser más valenciano. Tres generaciones de la misma familia llevan sirviendo diferentes paellas y arroces desde 1950, en una construcción que imita la típica barraca valenciana. Aunque un poco escondido, Casa Salvador se considera uno de los restaurantes arroceros más importantes de la Comunidad Valenciana; solo hay que mirar su carta.
Hay pocos arroces y paellas que no aparezcan. Arroces melosos y caldosos, de conejo, setas y trufa, de bogavante o de pato y anguila. Paella valenciana, de Cullera, de coliflor y bacalao, de señoret, o arroz a banda y arroz negro. Pero quizá una de las más famosas es su paella de reguerot, con pato deshuesado, corazones de alcachofa, ajos tiernos y ajos puerros.
La lista de entrantes también es impresionante, con mayoría de productos locales y de temporada, como los pulpitos de Cullera en vitolina o el calamaret de la lonja.
Aunque jubilado, Salvador sigue yendo al restaurante todos los días. Y los arroces de Casa Salvador continúan estando a la altura en manos de las nuevas generaciones.