La ruta para ir de Palermo a Catania, las dos ciudades más emblemáticas de Sicilia, recorre el norte de esta bella isla mediterránea a través de una costa llena de historia, playas doradas e islotes volcánicos. Tierra de pescadores y cuna de los célebres arancini y los cannoli, Sicilia ha sido moldeada por normandos, árabes y españoles, conservando tradiciones únicas mientras recibe a miles de viajeros que llegan en busca de cultura, gastronomía y paisajes inolvidables.
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Caótica, elegante y llena de vida, la capital de Sicilia es el mejor ejemplo de la impronta que han ido dejando en la isla las diferentes culturas a lo largo de los siglos. Cualquier visita a la ciudad debe incluir la Catedral y el Teatro Massimo, que acoge la ópera de Palermo. Asimismo, no hay que perderse el Palacio de los Normandos, que alberga la bellísima Capilla Palatina, una obra maestra que refleja tradiciones bizantinas e islámicas, y la Catedral de Monreale, a 10 km al sur de la capital. Ambos forman parte de la lista de construcciones declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que podrás encontrar en tu ruta en coche por Sicilia.
Además, como en toda Italia, los mercados no son solo un espacio para comprar, si no para visitar y empaparse de la vida cotidiana de la ciudad. El de la Vucciria y el de Ballaró son los más conocidos. Reservar tiempo para pasear sin rumbo fijo por una ciudad que es un museo al aire libre es un acierto. Confiterías donde disfrutar los deliciosos cannoli, palacios barrocos, iglesias y casonas señoriales en cada esquina te permitirán disfrutar de la exquisita mezcla de culturas de Palermo.
A solo 70 km de Palermo, Cefalù es hoy una de las localidades sicilianas más turísticas, gracias a sus playas y su patrimonio cultural. El impresionante promontorio rocoso de unos 270 metros de altura a cuyos pies se expande Cefalù, también llamado la Rocca, es uno de los rincones más reconocibles de la ciudad. En su cima se encuentran los restos de un templo megalítico del siglo IV a.C llamado el Templo de Diana. Piérdete por sus callejuelas y plazas llenas de historia y disfruta de los arancini, caponata (guiso de berenjenas) o pasta con le sarde (con sardinas) en alguna de sus terrazas.
Su famosa catedral normanda, una joya arquitectónica construida en el siglo XII y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015, es visita obligada. No se puede dejar Cefalù sin darse un chapuzón en una de las mejores playas del norte de Sicilia. Para eso no hay que ir lejos ya que el pueblo literalmente muere en su maravillosa playa.
Desde Milazzo, justo un poco antes de la punta más cercana a la Italia continental, parten continuamente ferris hacia el maravilloso archipiélago de las Islas Eolias: Vulcano, Lipari, Salina, Filicudi, Alicudi, Panarea y Estrómboli. Se pueden combinar, visitar sólo para un día, especialmente Vulcano y Lipari que son las más cercanas, o quedarse en cualquiera de ellas durante varios días. El coche se puede dejar tranquilamente en Milazzo, ya que muchas de las islas no admiten vehículos. Bañadas por el Mar Tirreno y de origen volcánico, cada una tiene su propia personalidad. La exclusiva y diminuta isla de Panarea, por ejemplo, es sinónimo de sofisticación y, no es extraño cruzarse con algún famoso. El fabuloso Hotel la Raya, organiza excursiones de buceo o salidas en barca. Por la noche cuenta con un bar muy animado y una increíble terraza al aire libre para cenar bajo un cielo estrellado. Estrómboli es la isla más aislada y allí se encuentra el famoso volcán homónimo. Para ver como baja la lava por una de sus laderas se puede subir parte del volcán, siguiendo un camino señalizado.
En la isla, la actriz Ingrid Bergman empezó su controvertido romance con Roberto Rossellini cuando rodaban la película del mismo nombre.
De vuelta a Milazzo en tu ruta en coche por Sicilia, y ya en dirección a Catania, la ciudad costera de Taormina es otra parada obligatoria. Desde su maravilloso teatro greco-romano se tienen las mejores vistas del Etna, el volcán activo más alto de Europa. Y es que Taormina cuenta con un increíble patrimonio cultural, además de su ubicación de cara al mar Jónico. En días despejados desde allí se pueden ver las costas de Calabria. A unos 50 km hacia el sur, Catania, la segunda ciudad más importante de la isla, comparte con Taormina la sombra del Etna.
Este volcán destruyó la ciudad en varias ocasiones, la última en 1928, aunque desde entonces ha habido numerosas erupciones. Conocida por sus innumerables muestras de barroco siciliano, como el Palacio Biscari o el Palacio de los Elefantes, es también igualmente famosa por su mercado de pescado, la Pescheria, donde monumentales peces espada se trocean a la vista de propios y extraños.