Visita las recónditas calas de agua azul turquesa y los pueblos pesqueros de la Costa Brava mientras disfrutas de la mejor cocina catalana. Nada como comer el pescado más fresco con el susurro del mar de fondo en cinco increíbles restaurantes en los que, además, podrás pernoctar.
Alquiler de coche aeropuerto de barcelona el pratLiteralmente a 40 metros de la Cala d’Aiguafreda y a 3.5 km de Begur, el restaurante y hotel Sa Rascassa es un paraíso para aquellos que buscan verdadera tranquilidad y comer muy bien. La carta del restaurante está prácticamente dedicada al pescado fresco. Los lenguados, rémoles, meros o lubinas salvajes, se combinan con pequeñas delicias como croquetas de bacalao o habitas salteadas con chipirones. Este establecimiento es el sueño hecho realidad de una pareja, Óscar y Merche, que dejaron su trabajo en Barcelona tras enamorarse de una increíble casa de vacaciones construida en 1916, cuando la cala era propiedad privada. Antes de que la pareja emprendiera la aventura Sa Rascassa, la casa pasó por varias manos, mientras que la cala siguió intacta. El hotel, con sólo cinco habitaciones, tiene una increíble y elegante terraza que da directamente a la Cala d’Aiguafreda. No se puede pedir más.
Encaramado encima de un acantilado a 175 metros de altura, pocos restaurantes pueden presumir de la vista que tiene el restaurante El Far, dentro del hotel del mismo nombre. Su menú es simple en el buen sentido de la palabra. La mayoría de sus platos se basan en la cocina catalana tradicional: ensalada de la huerta con anchoas de l’Escala, arroz semi-caldoso de bogavante o espalda de cordero deshuesada a la catalana. Todas las recetas de arroces se elaboran con arroz de Pals y la mayoría de los ingredientes proceden de localidades cercanas. Uno de los grandes atractivos de El Far es disfrutar de cualquiera de estos platos en su terraza con maravillosas vistas a las playas de Llafranc, Calella de Palafrugell o Tamariu. El hotel, una antigua hospedería del siglo XVIII, está dentro del conjunto monumental de San Sebastián de la Guarda, con el bonito faro de San Sebastián justo debajo.
Cenar en una terraza mientras disfrutas de una de las mejores puestas de sol de la Costa Brava es precisamente lo que te espera en Els Brancs. Situado sobre un pequeño acantilado de la playa del Bonifaci, este restaurante que solo sirve cenas cuenta con una estrella Michelin desde 2013 y forma parte del maravilloso Hotel Vistabella, en plena bahía de Roses. Ligado al hotel, Els Brancs nació como tal en 1999, y por sus fogones han pasado varios chefs de prestigio como Javier Cabrera, hasta apostar hoy por el jovencísimo cocinero Gonzalo Hernández con el asesoramiento de Rafa Zafra. Els Brancs ofrece varios menús degustación, además de la carta, todos ellos de inspiración mediterránea y raíces catalanas con un cocina honesta y creativa. Una muestra de su menú degustación son el brioche de sardinillas confitadas y encurtidos, escudella marinera, galets de cigalitas y verdura o cabrito del Empordà al mojo de hierbas, coliflor y toques al andalus. Todo un lujo.
Siguiendo la ruta hacia la última cala de Roses, en el municipio de Cadaqués y en pleno Parque Natural del Cabo Creus, se encuentra el restaurante y hotel Cala Joncols. Rodeado de exuberante vegetación y con el mar Mediterráneo justo enfrente, puedes elegir comer en el comedor, la terraza, o el jardín, que hace las veces de chiringuito para un aperitivo o una cena de tapeo más informal. No dejes de probar sus estupendas paellas de marisco con bogavante, la fideuá de calamares de potera con cigalas y caldo de mar o el arroz meloso con vieiras, gambas y ceps.
Els Joncols es también pionero en el envejecimiento de vino y cava submarino, proyecto que iniciaron en 2009. Las botellas se guardan a 17 metros de profundidad en condiciones estables de luz y presión, y el resultado final es un sabor ligeramente yodado, muy distinto al vino envejecido en bodega tradicional.
Las cinco habitaciones del hotel Sa Tuna tienen espectaculares vistas al mar, a la Cala Sa Tuna. Un buen comienzo del día que tiene que seguir con la degustación de una de las mejores paellas de la zona en el restaurante del hotel, desde cuyas mesas casi se puede tocar el agua del mar. Todos los arroces están cocinados en cocina de leña, así que no dejes de pedir una ración de arroz negro con langostinos y alioli, gambas de Palamós o langosta del Cap de Begur.
Sa Tuna también tiene un estupendo menú de pequeños platos por 55 euros, la mayoría inspirados en la deliciosa cocina tradicional catalana como arròs a la llauna del Senyoret, o la coca de Forner amb tomàquet.